|
Agua de medusas,
agua láctea, sinuosa,
agua de bordes lúbricos; espesura vidriante
– Delicuescencia
entre contornos deleitosos. Agua - agua suntuosa
de involución, de languidez
en densidades plácidas. Agua,
agua sedosa y plúmbea en opacidad, en peso
– Mercurial; agua en vilo, agua lenta. El alga
acuática de los brillos – En las ubres del gozo. El alga, el
hálito de su cima;
– sobre el silencio arquean te, sobre los istmos
del basalto; el alga, el hábito de su roce,
su deslizarse. Agua luz, agua pez; el aura, el ágata,
sus desbordes luminosos; Fuego rastreante el alce
huidizo – Entre la ceiba, entre el cardumen; llama
pulsante;
agua lince, agua sargo (El jaspe súbito). Lumbre
entre medusas.
– Orla abierta, labiada; aura de bordes lúbricos,
su lisura acunante, su eflorescerse al anidar; anfíbia,
lábil – Agua, agua sedosa
en imantación; en ristre. Agua en vilo, agua lenta
– El alumbrar lascivo
en lo vadeante oleoso,
sobre los vuelcos de basalto.
– Reptar del ópalo entre la luz,
entre la llama interna. – Agua
de medusas.
Agua blenda, lustrosa;
agua sin huella; densa,
mercurial
su blancura acerada, su dilución en alzamientos de grafito,
en despuntar de lisa; hurtante, suave.
– Agua viva
su vientre sobre el testuz, volcado sol de bronce envolviendo
– agua blenda, brotante. Agua de medusas, agua táctil
fundiéndose
en lo añil untuoso, en su panal reverberante. Agua amianto, ulva
El bagre en lo mullido
– libando; en el humor nutricio, entre su néctar delicado; el áureo
embalse, el limbo, lo trasluce. Agua leve, aura adentro el ámbar
– el luminar ungido, esbelto; el tigre, su pleamar
bajo la sombra vidriada. Agua linde, agua anguila lamiendo su perfil,
su transmigrar nocturno
– Entre las sedas matriciales; entre la salvia.
– Agua
entre merluzas. Agua grávida (– El calmo roce
tibio; su irisable) – Agua
sus bordes
– Su lisura mutante, su embeleñarse
entre lo núbil
cadencioso. Agua,
agua sedosa de involución, de languidez
en densidades plácidas. Agua, agua; Su
goce
– Agua nutria, agua pez. Agua
de medusas,
agua láctea, sinuosa; Agua,
[En Cacto, poesia & crítica,
núm. 1 São Paulo, 2002, CEP 05016-060 / Coral
Bracho, Huellas de luz, Ediciones Era, 2006]
Δ
[Água
de bordas lúbricas]
Água de medusas,
água láctea, sinuosa,
água de bordas lúbricas; espessura vidrificante
– Deliqüescência
entre contornos deleitosos. Água
– água suntuosa
de involulção, de languidez
em densidades plácidas. Água,
água sedosa e plúmbea em opacidade, em peso
– Mercurial; água suspensa, água lenta. A alga
aquática dos brilhos – Nos úberes do gozo. A alga, o hálito de seu cimo;
– sobre o silêncio arqueante, sobre os istmos
do basalto; a alga, o hábito de seu roçar,
seu deslizar. Água luz, água peixe; a aura, a ágata,
seu transbordar luminoso; Fogo rastreante o alce
fugidio – Entre a ceiba, entre o cardume; chama
pulsante;
água lince, água pargo (O jaspe súbito). Lume
entre medusas.
– Orla aberta, labiada; aura de bordas lúbricas,
sua lisura que embala, sua florescencia ao aninhar; anfíbia,
lábil – Água, água sedosa
em imantação; em riste. Água suspensa, água lenta
– O lascivo alumiar
no que vadeia, oleoso,
sobre os sulcos no basalto. - Rastejar da opala entre a luz,
entre a chama interna. – Água
de medusas.
Água blenda, lustrosa;
água sem pegada; densa,
mercurial
sua brancura acerada, seu diluir-se em irrupção de grafite,
em despontar de cadoz; furtiva, suave.
– Água viva
seu ventre sobre a testa, derramado sol de bronze envolvendo
– água blenda, brotan te. Água de medusas, água táctil
fundindo-se
no anil untuoso, em seu favo reverberante. Água amianto, ulva
O bagre no esponjoso
– libando; no humor nutriz, entre seu néctar delicado; o áureo
açude, o limbo, o transluzir. Água leve, aura adentro o âmbar
– o luminar ungido, esbelto; o tigre, seu preamar
sob a sombra vidrada. Água limite, água enguia lambendo seu perfil,
seu transmigrar noturno
– Entre as sedas matriciais;
entre a salva. – Água
entre merluzas. Água grávida (– O calmo roçar
tíbio; seu irisável) – Agua
suas bordas
– Sua lisura mutante, seu intoxicar-se
entre o núbil
cadenciado. Água,
água sed osa de involução, de languidez
em densidades plácidas. Água, água; Seu gozo
– Água lontra, água peixe. Água
de medusas,
água láctea, sinuosa; Água,
[Traducció de Claudio Daniel
Δ
[Water
of slippery borders]
Water of jellyfish,
milky, sinuous water,
water of slippery borders; glassy thickness –Deliquescence
amid delightful outlines. Water –sumptuous water
of involvement, of languidness,
in calm densities. Water,
silky water, like lead in opaqueness, in heaviness –Mercurial;
suspended water, dawdling water. The seaweed
of the sparkling –In the udders of pleasure. The seaweed, the
breath of its crest;
–over the arching silence, over the isthmuses
of basalt; the seaweed, the habit of its caress,
its gentle flux. Water of light, of fish; the breeze, the agate,
oozing light; The fleeting elk traces
fire –Amid the sea belt, amid the shoal; pulsing
flame;
lynx-like water, water of bream (sudden jasper). Radiance
among the jellyfish.
–Open-lipped coastline; a breeze of slippery contours,
its rocking smoothness crystallizes as it settles; amphibious,
lubricious –Water, silky water
magnetized; alert. Suspended water, –Lascivious
radiance
in the oily crossing,
over capsizing basalt. –The opal crawls through the
light,
through the internal flame. –Water
of jellyfish.
Soft, lustrous water;
water that leaves no trace; dense,
mercurial
its steely whiteness, its diffusion in swellings of graphite,
in glimpses of minnows; furtive, smooth. –Live water
head over heels, bronze sun overturned embracing
–water of zinc, bursting. Water of jellyfish, tactile water
merging with itself
in unctuous indigo, shuddering honeycomb. Fibrous water, sea lettuce
The catfish bedded down
–sucking; in the nutricious fluid, in its delicate nectar; the
golden
reservoir, a limbo, reveals it. Buoyant water, breeze inside the amber
–anointed luminosity, graceful; tiger, its high tide
beneath a glaze of shadow. Water of the frontier, eel water licking
its own profile,
its nocturnal journey
–Amid the matrices of silk; amid the sea sage. –Water
amid hake. Gravid water (–Calm, warm
pleasure; irridescence) –Water
its borders
–Its mutating smoothness, charming itself
amid cadenced
ripeness. Water,
silky water, of involvement, of languidness,
in calm densities. Water, water; Its caress
–Water of otter, water of fish. Water
of jellyfish,
milky, sinuous water; Water,
Δ
Peces de piel fugaz
El borde es una boca finísima, una escisión aguda y
deslumbrante
– el negro como una forma de luz que marca orillas, espacios
entorpecidos fuegos limítrofes– . A medida que avanzo
el agua cambia.
La fiesta estaba impregnada de pequeños monos inabordables.
Alguien incrustó sobre el lodo una estructura cuadriculada de
ramas huecas y fue como abrir un espejo a las ansias de nado.
Todo se esparce en amarillos. Los monos saltan.
Antes, cuando miraba el tiempo como se palpa suavemente una
seda, como se engullen peces pequeños. El sol desgajaba del aire
haces de polvo.
Es un espacio abrupto pero preciso; a partir de entonces los árboles. Hacia
abajo las ganas irrefrenables.
Los monos, como dijeron todos, eran salvajes; cuerpecillos tirantes y
amarillentos. El juego era portentoso, desarraigado; las
manos llenas de lodo.
El agua brilla, pez lento y adormecido; en sus ojos la noche es
un impulso vago y oscilatorio, una tajada oscura
– boca finísima– lo
delinea.
Pero empezar aquí con el consuelo de ver a todos enardecidos,
y mirar de improviso sus desos híbridos, infantiles.
Vocecitas hirvientes que revientan desiertas.
Al margen hay un abismo de tonos, de nitidez, de
formas. Habría que entrar levemente, oscuramente en ese instante de danza.
Hay una grieta aquí, en este lapso. En la cueva las raíces se adhieren con
fanática astucia, las ramas se desdoblan con gracia.
Es en vez de morder la espesura reciente, o separar las sombras
-espumosas y leves- con un esguince de fauno. De cerca,
llueve.
Atrás los paraguas se extienden sobre las olas. Los hay de colores lentos y
de formas hirientes. Las horas se arremolinan. Y
tengo fe, porque así como dicen de los estanques.
Pequeños peces de hiedra tornasolados.
Había gatos, insectos, tigres; y cuando
quisieron abrir las puertas, y todo, desde el templo
de entrada estaba concentrado en dos líneas; dos
fragmentos de feria.
Bailan en las orillas.
Y retroceden, porque asomarse es la atracción sin
muelles. Donde apoyar la calma de mirar desde lejos
.sin arriesgar el tacto.
Son alusivos los desenlaces. Las sombras se abren a veces lentamente. Región
umbral de nostalgias reblandecidas, de palabras
limpias y secas.
Pero es la tierra de sal. Nadie que vuelva o que mida. Agua que
drena en la certidumbre y en el olvido remansos breves de mar.
Queda entonces tan lejos. Y sus manitas flacas y frías como una
aguda destreza emergida de espacios inexpugnables.
De aquí, los troncos y la maleza brillan su nitidez intacta. Virgen que
exhala una cadencia tibia y ensimismada. Los peces saltan.
Los monos saltan. En el fondo la luz se angosta y los cuerpos
empequeñecen. Entonces se desprende la asfixia; una sed amplia y
albuminosa.
Beben pausados sorbos de té.
Y si uno hunde la cara para ver más de cerca.
También rastrearon las carpas. El circo; toda la orilla era como
un incendio, los animales se escurrieron en zanjas y plataformas.
Para sostenerse, tal vez. Lo difícil. A veces sus irrupciones
abren un espacio naranja.
Es hermoso palpar entonces las aguas. El cielo se reconcentra
en azules profundos. Los verdes crecen hasta tocarlas.
Estira sus bracitos elásticos en un giro aliviante.
Las raíces inhalan. Basta deslizar poco a poco los dedos sobre
las rocas para saberlas lisas y despobladas. Árboles
de cristal.
Y es el instante de inusitar la lancha por la quilla
y deslindar el filo. Los dedos largos y finos.
Sus ojos límpidos.
Este estupor de seda que se derrama. Pero empezar aquí.
La fiesta –boca finísima– lenta. De la cueva se desprenden
sus voces como suaves racimos. Piedras jugosas. Desde el zumo del
circo.
Y es el instante; pero
empezar aquí. Sus ojos ávidos, insondables. En sus bordes espesos, las
voces, las aguas cambian; peces de piel fugaz.
[De
Peces de piel fugaz, en Huellas de luz, Ediciones Era, 2006]
Δ
Selva a la distancia
La distancia
le da a la selva
un lugar. La confronta con el cielo,
la aísla, rompe y alumbra
su malla espesa, su verde múltiple,
inextricable,
su profusa ebriedad. En su entraña,
como en aguas oscuras
y abisales. no hay arriba y abajo,
sólo un cuerpo colmado
y apremiante, una noche febril; la llama
turbia,
enardecida, del tigre
que sobre sí mismo
se vuelve
para atacar.
[De
Tierra de entraña ardiente, en Huellas de luz, Ediciones Era, 2006]
Δ
Un momento de la luz en la
red de las cosas
Hacia adentro se ve el mar de cristal.
Su cuarzo líquido.
Es un momento
de la luz,
en la red de las cosas. Un instante
que incide
en la inmensidad. Cruza el tigre
el estanque
bajo el tamiz de la mañana,
mojan su piel el agua y el resplandor.
hacia adentro se ve su espectro entre la
maleza,
su honda espesura
sigilosa,
su rastro breve, crepuscular.
[De
Tierra de entraña ardiente, en Huellas de luz, Ediciones Era, 2006]
Δ
Dame,
tierra, tu noche
En tus aguas profundas,
en su quietud
de jade, acógeme, tierra espectral.
Tierra de silencios
y brillos,
de sueños breves como constelaciones,
como vetas de sol
en un ojo de tigre. Dame tu oscuro rostro,
tu tiempo terso para cubrirme,
tu suave voz. Con trazos finos
hablaría.
Con arenas de cuarzo trazaría este rumor,
este venero entre cristales.
Dame tu noche;
el ígneo gesto de tu noche
para entrever.
Dame tu abismo y tu negro espejo.
Hondos parajes se abren
como fruto estelar, como universos
de amatista bajo la luz. Dame su ardor,
dame su cielo efímero,
su verde oculto: algún sendero
se abrirá para mí, algún matiz
entre sus costas de agua.
Entre tus bosques de tiniebla,
tierra, dame el silencio y la ebriedad;
dame la oblea del tiempo; la brasa tenue
y azorada del tiempo; su exultante
raíz; su fuego, el eco
bajo el ahondado laberinto. Dame
tu soledad.
Y en ella,
bajo tu celo de obsidiana,
desde tus muros, y antes del nuevo día,
dame en una grieta el umbral
y su esplendor furtivo.
Δ
| entrada
| Llibre del Tigre | sèrieAlfa
| varia | Berliner
Mauer |
|
|