Durante las noches
de mi infancia
mi madre
saca una silla frente al portón
y duerme
con el abanico de palma moriche sobre las piernas.
El técnico del taller donde reparan radios
está aún
bajo una lámpara de luz muy pálida.
Durante las noches de mi infancia
los bulbos de una radio desarmada
vuelven a encender su voz
y de nuevo la voz desaparece.
Entre las ramas de un samán
transcurre el río;
se diría que esa noche
da a su paso
un tono más lento.
Durante las noches de mi infancia
escucho el rugido de los tigres
de la casa de los ingleses:
pobres animales enjaulados en torno a una piscina.
Yo sé
que tras el muro
lamen sus garras
y amurrungan los ojos.
Mi padre ha llegado en su jeep
y unas lechuzas lo sobrevuelan.
El único ratón de la casa da las nueve
porque a esa hora corre
y atraviesa la sala.
[Igor Barreto]
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