La
vergüenza ante el tigre
Lo que queda
empero, fundan los poetas.
F.
Hölderlin
Hoy dijo la premiada,
temida escritora
desde su lectura lejanía,
que nada fundan ni propician los poetas
ni siquiera los muertos
porque nada queda ni se queda.
Pero
él escribió hace dos cientos, más años,
que propician el plomo
fundido y pesado en exceso y es peso
de las palabras anversas reversas
desdichas dichadas y rotas
en la espesura promesa
del verso y vertiente
del vaso partido
y muerto de plomo
como ese encontrado
por docenas en el cuerpo
cortado de un tigre siberiano
antes de ayer en la tele.
El peso que queda y
no sana,
aún es tuyo, poeta.
A mí me queda
la vergüenza ante el tigre.
[Verónica
Jaffé]
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