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[Chantal Maillard]
¿Y dónde está escondido tu
tesoro, Hainuwele? Puedo decir que en tus ojos descansan La tierra prometida Pero he aquí Hocicos temblorosos [Musells tremolosos]
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¿Y dónde está
escondido tu tesoro, Hainuwele? «¿Y dónde está escondido
tu tesoro, Hainuwele?», Puedo decir que en tus ojos descansan las lechuzas, que acaricias el sol con tus rodillas cuando desciende cárdeno sobre tu vientre, que un tigre juguetea en tu regazo, que tus ojos florecen como la madreselva, puedo decir que el bosque se calla cuando
duermes y lo cubre la sombra de tus párpados. Pero no diré nada. No conozco tu cuerpo si es que tienes alguno. Las lechuzas, el sol, las colinas, los tigres son lechuzas y sol y colinas y tigres, y las
flores son flores y el
bosque es sólo bosque. Si me invento tu cuerpo cada día es para verte un poco más distante, pues sentirte tan cerca y tan presente sin morir es difícil. Arden las plantas de mis pies. Soy un animal enloquecido que salta sobre el fuego. [Hainuwele y otros poemas] “...apenas sea posible nunca tal vez aún apenas sea posible nunca tal vez aún apenas sea posible nunca tal vez aún apenas sea posible nunca tigre tal vez aún apenas sea posible nunca tal vez aún apenas sea posible nunca tal vez aún apenas sea posible nunca...” [Fragmento del poema La tierra prometida. Milrazones, 2009] Pero he aquí que diez millones de tigres elefantes y ballenas de aves y de lobos de reptiles diez millones por diez millones de panteras de seres voladores animales que duermen con los ojos abiertos insectos, musarañas y grandes paquidermos diez millones por diez millones de hormigas, de abejas y de búfalos, diez millones de seres unidos por un fin en la tregua del hambre barrieron los humanos como si fuese arena y empujándoles hasta los confines del mundo devolvieron al caos lo que le pertenece. (Sobrevivió una anciana. Viste la piel de un perro vagabundo. Sin luces, balbucea. No tiene descendencia.) [La herida en la lengua, Tusquets, 2015] HOCICOS
temblorosos. Sacudidas. Uno de los cautivos trepa por los barrotes. Suspendido
atraviesa la jaula y baja y vuelve a trepar. Dos paseantes se detienen.
─El trapecista, dice él acercando los dedos al hocico. ─Qué artista,
dice ella. Y se alejan torciendo la boca en una sonrisa cómplice. El pequeño
animal ha cruzado la jaula por la parte inferior, donde sus compañeros,
ovillados, tiritan unos contra otros, y ha vuelto a subir royendo
frenéticamente los barrotes. Pienso angustia, pienso libertad. Sin libertad,
¿qué nos impulsa a seguir vivos sino el deseo de esa misma libertad? Por sobrevivir,
cualquier animal embiste las paredes de su celda, atraviesa continentes,
camina hasta extenuarse, desplaza a otros, se defiende y mata. Ninguno, sin
embargo, esclaviza a otro por provecho o diversión, ninguno encarcela a otro
para contemplar las piruetas que da tratando de hallar salida. La crueldad no
son las fauces del tigre en el cuello de una gacela, no, la crueldad es moral,
y la moral es humana. La estupidez también. [La herida en la llengua in Lo que el pájaro bebe en la
fuente y no es agua. Poesía reunida 2004-2020, Galaxia Gutenberg, 2022] MUSELLS tremolosos. Sacsejades. Un dels
captius s’enfila pels barrots. Suspès travessa la gàbia i baixa i torna a
enfilar-se. Dos vianants s’aturen. ─El
trapezista, diu ell acostant els dits al musell. ─Quin
artista, diu ella. I s’allunyen torçant la
boca en un somriure còmplice. El
petit animal ha creuat la gàbia per la part inferior, on els seus companys,
cabdellats, tremolen els uns contra els altres, i ha tornat a pujar rosegant
frenèticament els barrots. Penso
angoixa, penso llibertat. Sense
llibertat, ¿què ens impulsa a continuar vius sinó el desig d’aquesta
llibertat? Per sobreviure, qualsevol
animal envesteix les parets de la seva cel·la, travessa continents, camina
fins a extenuar-se, desplaça altres, es defensa i mata. Ningú, no
obstant això, n’esclavitza un altre per profit o diversió, cap no empresona
un altre per a contemplar les cabrioles que dona tractant de trobar sortida. La
crueltat no són les gargamelles del tigre al coll d’una gasela, no, la
crueltat és moral, i la moral és humana. L’estupidesa
també. [Traducció
al català de Jesús Giron Araque] | entrada | Llibre del Tigre | sèrieAlfa | varia
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